adaptate al sistema del mundo de mierda

estoy sentada en la sala de espera de la secretaría de la universidad. afuera llueve. tengo el numero 144 lo que significa que faltan todavía 62 turnos antes de llegar al mío. no se a cuanto tiempo equivale pero seguramente se tardará tanto. lapiz y papel (yo todavía los uso).
en el periódico leí que en Birmania el ejercito abrió fuego contra los monjes que desde hace 9 días protestan pacíficamente descalsos, bajo la lluvia, contra la dictadura. qué se creen estos hijos de puta. además se atreven a meter presa a la Nobel por la paz, la birmana que en el 88 lideró las protestas contra el régimen. no recuerdo su nombre.

ya estoy mamada de estas maditas guerras. que si el pretroleo, que la bomba atómica, que la frontera, que se va a acabar el agua. siempre hay un buen motivo para que los más poderosos adquieran el derecho de joder a los mas débiles.
todo lo del pobre es robao’, chimbo’, chimbeao’.

antes de ayer en la noche uno pasó a mil en el carro y atropelló a un gato. el gato no murió y se revolcaba en la mitad de la calle del dolor. en menos de dos minutos mas de 15 personas corrieron a ayudarlo. sábanas, cajas, agua, llegarón desde todas partes para socorrer al pobre gato. al final uno lo montó en su carro y se lo llevó al veterinario.
a pocas calles de ahí un pobre viejo tirado en el anden se está muriendo de hambre y de frío. es de nacionalidad marrueco. nadie le trajo una sábana o le ofreció un vaso con agua. nadie hace ni hará nada para ayudarlo. es marroquín. ni siquiera yo me paro un segundo a ofrecerle ayuda; es más, me cambio de acera para no tener que ver sus ojos tristes pidiendo una moneda. es de marruecos!
en qué clase de mundo de mierda se ha convertido este; vale más un gato que un ser humano. y yo que digo no ser racista y que me creo activista en la lucha por el respeto a los derechos humanos tuve más compasión por un gato.
las guerras no terminarán hasta que el mundo no se de cuenta de que todo lo que hace está mal, al menos una gran parte de lo que hace.
seamos sinceros: yo ya no haré más nada por cambiarlo, toda lucha en este mundo es fútil. el trabajo voluntario que hago no sirve para nada. tengo una tarjeta que me identifica y basta. escribo en un blog sobre un viejo y un gato, pero seguiré cambiándome de acera para no tener que lidiar con los mendigos.
"lamentablemente" esta es la realidad. mi realidad.

ya faltan 30 turnos, muchos menos de los que pensaba…